La Pedra da Serpe es un monumento único de suma importancia.
De origen desconocido y fecha incierta, despertó la curiosidad de muchos historiadores, y aún hoy sigue siendo objeto de estudio. Se trata de una roca de granito con el relieve de una serpiente, sobre la que se clavó una cruz. En la base del crucero podemos apreciar la figura de una serpiente alada, algo excepcional en el mundo occidental.
Cuenta la leyenda que fue San Adrián, patrón de esta parroquia, el que libró a esta tierra de una plaga de serpientes, al golpear fuertemente con el pié en el suelo y hacerlas desaparecer a todas, quedando encantadas bajo esta piedra.
El culto a la serpiente aparece ya en tiempos prehistóricos, aunque la realización de este relieve posiblemente sea posterior: romana, medieval ou incluso más tardía. Estos cultos paganos tan arraigados que se manifiestan en otros lugares de la costa atlántica fueron combatidos por la Iglesia Católica, que cristianizó muchos de ellos.
En Galicia las representaciones de las serpientes se remontan a la época megalítica, apareciendo algunos grabados en dólmenes. También está presente el motivo de la serpiente en algunos petroglifos y en algunos yacimientos de los castros. El relieve figurativo, como el de esta piedra, sólo aparece a partir de la romanización.
El significado de la simbología de la serpiente es muy variado y, en muchos casos desconocido. Se ha relacionado con la idea de la fecundidad, como protectora de tesoros, como símbolo de curación y eternidad y también como un elemento demoníaco.